En este artículo te voy a hablar de varios trucos para sobrevivir a las rebajas, vivirlas con más calma y disfrutarlas sin agobios teniendo en cuenta lo que necesitas y te hace ilusión comprar.

Las rebajas pueden ser un momento genial para hacerte de prendas que necesitas o prendas que te hacen ilusión. Pero también… Puede ser un momento de agobio, de descontrol, de malgastar dinero, de estrés por comprar, de malestar…

¿Te ha pasado?

A mí muchas veces, por eso quiero contarte cómo he llegado a este momento en el que soy capaz de aprovecharlas con cabeza y corazón e incluso hasta olvidarme de ellas (que es justo lo que me ha pasado en estas últimas).

Hay una primera parte muy importante para poder tomarse las rebajas con más calma, y es ser consciente de lo que habita en tu armario.

REVISIÓN DE TU ARMARIO:

No me refiero a mirar por encima lo que tienes, sino a saber exactamente qué tipo de prendas, cuántas de cada tipo, qué colores, qué tallas, qué estilos y qué pensamientos y emociones guardas ahí dentro.

Lo que pasa es que hay un problema, que esto lleva su tiempo, y si has llegado a este artículo buscando ayuda para sobrevivir a las rebajas, esto no te va a servir de mucho ahora mismo si no has revisado a fondo tu armario.

¿QUÉ HACER ENTONCES?

Aún hay esperanza. Es posible que puedas vivirlas con más calma y disfrutarlas con estas acciones que a mí me han funcionado. Pruébalas y me cuentas.

Quiero aclarar que puesto que supongo que no has hecho la revisión de armario seguramente comprarás cosas que realmente no necesites. Soy consciente de que no solo compramos por necesidad, y entre la compra compulsiva y la compra solo por necesidad hay muchos matices.

Creo que el equilibrio requiere un proceso personal de conocerse, pero como las rebajas son ya y esto también requiere tiempo, me gustaría simplemente ayudarte a que lo que compres (si compras) te haga realmente ilusión (aunque no lo necesites).

Una de las acciones que ayuda mucho es definir el tiempo que vas a destinar para comprar. Si quieres o necesitas ir de rebajas ponte una fecha o fechas para ir. Decide la cantidad de días que consideres bueno para ti y lo mismo si lo haces online. También puedes marcar un tiempo determinado para cada día. Ejemplo: iré de compras este jueves y el próximo de 16h a 19h. O dedicaré dos horas el próximo martes a mirar tiendas online.

Al comprometerte y delimitar la actividad en un día y horas concretas puede ayudarte a que no esté en tu cabeza presente todo el tiempo y vivirlo con menos estrés.

Otro de los trucos para sobrevivir a las rebajas es elaborar una ruta de tiendas. Decide qué tiendas o páginas web vas a visitar en ese tiempo que te has marcado. Dos, tres, cuatro tiendas. Tú eliges.

Es importante también plantearte qué harás si no encuentras nada durante el tiempo que te has marcado. Puedes decidir que no mirarás más o puedes en cambio asignar un día más para hacer una última incursión. Es fundamental que todo lo que decidas te haga sentir bien y que no promueva el agobio y el estrés por comprar.

Aunque no hayas hecho revisión de armario (o sí) igual ya sabes de alguna prenda o complemento que necesites. Y también seguro que tienes otras que simplemente te hace mucha ilusión tener. Te propongo ponerte un máximo de prendas y complementos para comprar (Ejemplo: voy a comprar 4 prendas que necesito y 2 que me hacen ilusión).

Ponerse un límite de dinero también está bien, pero me parece más fácil establecer una cantidad de prendas teniendo en cuenta esas categorías, porque con un máximo de dinero puedes acabar comprado un montón de prendas a precio de risa que seguramente no necesites ni te encanten.

Otra cosa que ayuda es imaginarte con esa prenda puesta. Piensa en cómo te hará sentir. Si te hace sentir tú misma, libre, contenta… o si por el contrario te hace pensar en cómo te van a valorar  los demás, lo que van a pensar, si te sientes como forzada, incómoda… Te dará pistas de qué hacer y lo que supondrá si la compras.

Uno de los trucos para sobrevivir a las rebajas que más me gustan y que no se suele tener muy en cuenta es el siguiente: darle caña a tu CREATIVIDAD con lo que ya tienes en tu armario. Trabajarla es esencial para ver más posibilidades en tu ropa. Mi experiencia es que cuanto más la he puesto en práctica más fácil es ver opciones diferentes. Y la sensación de crear un look distinto es la misma que estrenar ropa nueva. En serio, lo he experimentado muchas veces. Y cuando eso sucede la “necesidad” de comprar disminuye.

SI ESTOS TRUCOS NO TE FUNCIONAN

Y si a pesar de todo esto sigues sintiendo agobio, o te entran ganas compulsivas de comprar o estás venga a mirar en tiendas online añadiendo cosas al carrito… Para, respira y céntrate en esa sensación de agobio y pregúntate ¿Para qué quiero comprar todo esto? ¿Me sentiré mejor o peor después de comprarlo? ¿Realmente lo necesito o me encanta?  ¿Es más de lo mismo en mi armario? A ver qué pasa.

Es un acto muy sencillo que te puede ayudar a tomar consciencia de las emociones que estás viviendo y de lo que te está impulsando a comprar. Hacerse preguntas siempre es bien, te permite conocerte y saber qué es lo que quieres hacer en el fondo de verdad.

Y si te descubres en la cola de la tienda con un montón de ropa en la mano o revisando la cantidad de cosas que has añadido a la cesta de la compra online puedes hacer esto: piensa en la otras veces que compraste en rebajas si hubo algo que al final tampoco te gustó tanto, o que no te quedaba tan bien como te pareció en el probador, o que pensabas que no tenías pero al final sí o que a final ni siquiera te lo pusiste. Piensa en cómo te sentiste y replantéate lo que llevas en la mano o lo que tienes en la cesta de la compra.

EL ÚLTIMO TRUCO

Y si nada de esto sigue sin ayudarte (igual te parece un poco drástico), a mi me ayuda en muchas situaciones de mi vida pensar en mi muerte, y en esto también.  Cuando noto que la «necesidad» de comprar me está ganando fuertemente pienso ¿Me preocupará no haberme comprado  esta prenda cuando esté muriendo? ¿Pensaré en ella en el día de mi muerte? En mi caso siempre es un no.

Espero que te ayuden estos trucos para sobrevivir a las rebajas y disfrutarlas. Y también que te sirvan para empezarte a mirar con más bondad.