Supongo que ya te habrás enterado de que mañana es el Black Friday ¡Super descuentos! ¡Super oportunidades! ¿Tienes pensado comprar muchas cosas?

El año pasado no compré nada en Black Friday por principios. Durante muchos años me lancé a comprar cual posesa aunque en mi interior después me sintiera mal. He sido superexperta en acallar a mi conciencia ¿Te pasa?

Resulta que quería una capa superbonita que había visto para incluirla en mi lista de regalos, y aunque ese día sabía que estaría más barata, no avisé a los Reyes Magos. Esta vez quería ser más coherente y no participar de ese día aún costa de salir perdiendo,  y me sentí un poco tonta la verdad. Y aunque yo estaba convencida de ello, viví el dejar pasar oportunidades con un poco (bastante) de ansiedad.

Después vinieron las rebajas de Enero y volví a hacer lo mismo, no quise comprar nada. Me seguí sintiendo un poco tonta viendo las adquisiciones tan chulas de otras personas en redes sociales. Sin embargo hubo una diferencia: la ansiedad había disminuido. Así que pensé que si la ansiedad era menor después de dos acciones potentes, el sentirme tonta también podría comenzar a disminuir.

Mañana vuelve el Black Friday y voy a volver a no comprar nada ¿Y sabes qué? Hoy no me siento tonta y la calma recorre mi cuerpo. Me siento bien.

Reflexionando estos días sobre ello creo que la clave en este tiempo han sido tres cosas: los pasos que he ido dando en cuanto a autoestima y crecimiento personal, el dejar de mirar tiendas y disfrutar de la ropa que ya tengo en mi armario.

No mirar tiendas

Hoy quiero centrarme en contarte el tema de no mirar tiendas. Parece una tontería, pero ha sido una de las cosas clave para que llegue Black Friday y no comprar nada.

¿Por qué? Pues simplemente porque he cortado el estímulo que me hacía desear prendas. Si no las veo, mi cabeza no sabe que existen y mi corazón no siente que las necesita para ser feliz. ¿No te ha pasado?

Cuando hicimos obras en casa, mi mente y corazón solo pensaban en azulejos, tiendas de muebles, lámparas, webs de decoración, pintura… Porque era lo único que entraba por mis ojos.

Sabiendo esto, me di cuenta de que quería empapelar mis ojos de otras cosas más importantes. Sustituir la ropa, los descuentos y el black friday por disfrutar lo cotidiano.

Al principio me costaba mucho, porque el mirar tiendas era algo que hacía todos o casi todos los días. Sin embargo el primer día que no lo hice, fue la primera batalla vencida. Si podía uno, podría más. Y así poco a poco, día a día conseguí no mirar tiendas durante casi un año y llegar black friday y no comprar nada.

Black friday vs lo cotidiano

El black friday dura un día y sin embargo piensa en todo el espacio que ha ocupado en tu mente y corazón días antes y el coste de después. A mi me hacía estar días ausente, agobiada, comparando precios, añadiendo cosas a la cesta de la compra, me sentía más enfadada y más irascible con mis peques y tantas otras cosas.

Pregúntate ¿Me ha generado ansiedad? ¿Cuántas horas he dedicado a mirar webs? ¿Cuánto dinero he gastado? ¿Me he sentido feliz después de comprar? ¿Cuánto tiempo me ha durado esa felicidad? ¿He usado todo lo que he comprado? ¿Qué me ha aportado de nuevo y bueno en mi vida? ¿Realmente quería eso que he comprado?

Y con esto no quiero decir que no compres en Black Friday ni estoy juzgando a las personas que compran ese día. Solo quiero reflexionar más allá de los descuentos y de las oportunidades basándome en mi experiencia personal, que igual no es la tuya. Pero cuando una se cuestiona, encuentra otros caminos más amables.

Ahora vivo el Black Friday como cualquier otro día cotidiano. Hoy por la mañana no pensaba en que mañana era el día de oportunidades para comprar como otras veces, sino que he despertado a mis peques con besos y hablándoles de cosas divertidas. Y mientras trabajo, ahora, en mi retina está la imagen de mis hij@s levantándose con una sonrisa.

Simplemente quiero preguntarte: ¿De qué quieres empapelar tus ojos? ¿Con qué imágenes? ¿De qué personas? ¿De qué experiencias?…

El responder a esto hoy, puede que cambie tu experiencia de mañana.