A veces, por diferentes circunstancias (cambio de tallas, inseguridad personal, dificultad para encontrar prendas, desinterés, desconexión con una misma, complejos físicos…) el armario se llena de prendas que básicamente cumplen la función de: no salir desnuda a la calle.
¿Sabes? Es importante que la ropa que tengas te encante. Sin embargo, si eso no es así, este acompañamiento es para ti:
Descubrirás las posibilidades molonas que se esconden detrás de esas prendas y te sorprenderás de los lookazos que podemos construir a pesar de que tu ropa no te haga mucho tilín.
¿No te entra la curiosidad?
Pueden ser looks para lo que tú necesites: para algún evento, para diario, para ir al trabajo, para tu día a día de madre… ¡O un popurrí de varios!
¡Recupera la ilusión por vestirte aunque tu ropa no te guste!
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